viernes, 22 de marzo de 2013

El club de los libros perdidos

Hoy desperté por culpa de mi celular nuevamente, alguien me mandó mensaje a facebook y mi teléfono muy amablemente me lo informo :p. Cuando me di cuenta de que se trataba sonreí, era algo que no me imaginaba y ahora mismo se los comento.

Se trata de un proyecto que lleva a cabo una página de facebook, debes de liberar un libro cada inicio de estación para que alguien más goce de el como tu mismo lo hiciste. Yo ya me pasé por un día ¬¬ pero igual lo liberaré, debo decir que me dolerá mucho desprenderme de el por que fue el primer libro que me leí completo. Se trata de el viejo y el mar, no esta en muy buen estado pues mi primo, quien me lo dio, no es precisamente el ser más cuidadoso, mucho menos en cuanto a libros.

https://www.facebook.com/events/139712582867067/?notif_t=plan_user_invited

Está es la página, espero que ustedes se animen. Besos.


sábado, 9 de marzo de 2013

Tan bonita y tan...

El día de hoy relataré una anécdota que hace tiempo quiero compartir.

Había salido del colegio justo a la hora más común que es cuando los buses  terminan llenos, por lo tanto me toco irme parada. La primera parte del trayecto me paso desapercibida aunque el peso de mi mochila comenzaba a molestarme no era algo que no pudiese soportar, no era la única parada y aunque habían varios chicos ocupando asientos (cantidad menor) era más que obvio que ninguno de ellos tendría la generosidad de cederme un asiento.

Frente a mi iban sentadas varias chicas, unas 5 aproximadamente, más que amontonadas pero supongo eran amigas por lo que no parecía importarles. En la primera parada se sube una señora cargando un bebe por lo que una de ellas se para y cede el asiento. Siguiente parada, una señora de edad mayor y cuerpo voluminoso, otra de ellas cede el asiento y las tres restantes se aferran a el a pesar de la incomodidad generada, no solo para ellas si no para la señora. Siguiente parada, se bajan dos de ellas y queda una en el asiento, se sube un señor mayor, más de 60 años.

La muchacha parecía ser de 2do semestre, eso quiere decir que tiene unos 15 años. Cabello largo, bien maquillada, la piel lisa etc... una nena muy bonita con cara de porcelana sin embargo estuve a punto de perder el control dentro del bus. No fue capaz de ceder el lugar y aunque más personas podían haberlo hecho era ella a quien yo tenía cerca, era ella quien no pudo seguir el ejemplo de sus amigos, era ella como muchas otras un ser completamente egoísta. La miré y luego miré al señor, ella desvió la mirada y el señor solo me sonrió. Negué por lo bajo mientras me controlaba y después suspire.

Me era inevitable mirar a mi abuelo en ese hombre, me lo imaginaba a el teniendo que aguantar la velocidad del camión, su paso por topes, caídas en baches, bajando cuestas etc... No es un trayecto fácil para mi, mucho menos para ellos quienes no tienen la misma fuerza.  Me quede callada y es algo que hasta hoy me reprocho, pero ya nada se puede hacer.

Una nueva parada y el camión queda casi vacío mientras vuelvo a mirar al señor. Soba sus brazos mientras en su rostro se presenta una mueca de evidente dolor, al fin puede tomar asiento.

Ojala esa chica no tenga que pasar por una situación como la de ese hombre, ojala que ninguno de los que no cedió el asiento lo haga, que no estén viejos y tengan que usar el transporte publico pues si ahora se niegan a ceder un asiento no me imagino como será dentro de 50 años.  ¿De que sirve tanta belleza si estas podrido por dentro?